Monday, January 6, 2020

“El Pulpito”: Review de Terra Australis por Lucy Loles.


Cómo se nota cuando una historia atrapa! Lo empecé a leer en el 63 a la mañana, teniendo unos cuarenta minutos de bondi, calculando que con mi lentitud de lectora tendría que terminarlo a la noche, antes de dormir, pero no aguanté. Las 160 páginas pasaron volando (y explotando) y en cuanto llegué a casa me senté a leer las pocas que quedaban. Qué feliz haber empezado el año con este cómic.

Aprovechando el desorden en la narrativa, Nakamura arranca con el final para luego desorientarnos fuerte, contándonos que alguien robó un banco. Genial, pero, ¿y entonces? 
Bueno, resulta que la pandilla de pibitos que robó el banco se escapó en una camioneta que – wait for it – explotó, dejando a un único sobreviviente, que muy convenientemente no recuerda un choto. 
Es entonces cuando una pareja de investigadores, Maia y Mosca, con la clásica dinámica de “trabajamos de formas muy distintas pero llegando al final de la trama vamos a ser alto equipo” entra en escena, viajando a la Patagonia para resolver el caso. 

El tono de la historia se mantiene firme y parejo, no decae en ningún momento. No es exactamente un policial, tampoco es sólo un thriller, tiene secuencias de acción, elementos de sci-fi, y un paisaje argento que no tengo idea cómo, pero que pega mejor que el pulpito. Y hablando del pulpito (que no sé si pega tan bien, quizás la gotita es mejor, aunque al usarla se te pueden pegar los deditos, a mí siempre me pasa), me llamó la atención que el “malo”, ese que a veces tiene muchos ojos, se llama Gato pero claramente tiene más rasgos de calamar. Quizás llamarlo “Pulpito” no era la mejor idea, pero me descolocó el nombre junto con la falta de rasgos felinos. Fue un descoloque copado, en vez de pensar por qué se llama Gato, me pareció más lógico preguntarme… ¿por qué no?

A todo esto, mientras Joel (el pibe que no recuerda un choto) sigue repitiendo “al sur” y yo no puedo dejar de pensar en ese operativo de Los Simuladores (el del canto de las ballenas) nos enteramos que el destino de toda la humanidad está en juego. Qué paja ese nivel de responsabilidad para los pobres investigadores. Ganitas de cantarles un “ya no sos igual, ya no sos igual, sos un típico investigador de casos de índole no-paranormal – y re no sabías en la que te metiste – de la federal”. 

Dejando a un lado el flash de recién, el dibujo es increíble, visualmente muy universal, y supera toda posible expectativa. Ningún cuadro parece haber sido hecho a las apuradas, todos tienen un ángulo copado, texturas, detalles, cositas. Más allá de la historia, podés mirar el cómic de hoy en cualquier orden, sólo para disfrutar de los dibujitos.

Habiendo aprendido todo lo que hacía falta de los X-Files, Terra Australis es una hermosa aventura gráfica llena de plot twists, en la que no hay tanto delay a la hora de los chapes. 
Es algo parecido a mirar un capítulo autoconclusivo de una serie copada. Sí, sé el concepto que es medio contradictorio, pero juro que lo que estoy diciendo se entiende y tiene todo el sentido una vez que lo leíste… Y si no lo leíste, creo que deberías. 

Lucy L.

No comments:

Post a Comment